Las Analíticas de Aprendizaje (LA / Learning Analytics) tienen el potencial de transformar la educación, al identificar patrones, personalizar acompañamiento y mejorar los resultados académicos. Pero junto a este potencial, surge una pregunta fundamental:
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¿Realmente estamos utilizando los datos de aprendizaje de forma ética, transparente y centrada en el bienestar de los estudiantes?
Datos sensibles y vulnerabilidad Las (LA) pueden recolectar desde interacciones digitales hasta señales fisiológicas o actividad neuronal. Sin protección, esta información puede ser altamente invasiva y afectar la privacidad.
Pérdida de autonomía y confianza El monitoreo constante puede generar ambientes de observación que inhiben la iniciativa, el error productivo y el aprendizaje auténtico.
Desbalance institucional Si los datos sólo benefician a la dirección o a ciertos actores, se corre el riesgo de reforzar inequidades y limitar la voz de docentes y estudiantes.
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🧭 Principios esenciales para un uso ético
Conversaciones éticas informadas Basarse en códigos de ética y en el diálogo institucional entre docentes, gestores y estudiantes, para asegurar que la tecnología se use con sentido.
Consentimiento consciente y protección de identidad Garantizar que todos entiendan qué datos se recolectan, para qué se utilizan y cómo se protegen. Procesos de protección de identidad (como transformar las respuestas en conclusiones generales sin identificar a las personas) son clave.
Cumplimiento legal en cada jurisdicción Adaptar las prácticas internas al marco normativo de protección de datos, con claridad operativa en cada paso del proceso.